miércoles, 20 de agosto de 2008

CIEGA AL SORDO Y NO HABLES CON EL MUDO.

Dibujaré aquí una cara de color blanco y haré de ti algún suelo por caer, quizás es un gran punto negro debajo del sol, al parecer suena el sombrero de un espantapájaros o una tarde gris que menoscaba el sol. Ven, sólo tócalo y te hará danzar desnudo con mi sombra, Ella dará pasos gigantes y condenarás el cerdo blanco que come de ti. Voltearás y girarás tu cabeza dentro de ese pasillo lleno de puertas distantes y la luz que al final te ciega borrará los pasos y cerrará las puertas donde nunca has intentado tropezar con tu corazón.

ESTRONCIOL